En estos últimos tiempos ha irrumpido con fuerza la impresión de todo tipo de piezas 3D como alternativa a la construcción de objetos cuya obtención de forma comercial resulta muy costosa o incluso imposible.
Gracias a la universalización de las impresoras 3D a precios bastante razonables, el diseño y la impresión de pequeños objetos ha quedado al alcance de todos. El modelismo ferroviario no ha sido ajeno a esta moda que permite la autoconstrucción o mejora de nuestros modelos.
En nuestro blog hemos tratado las numerosas técnicas para construir modelos a escala mediante diferentes procedimientos: desde el papel y madera hasta la resina pasando por el poliestireno. Hoy ampliamos este campo con unas pequeñas muestras las posibilidades de trabajo mediante la impresión 3D.
La aplicación de la impresión 3D al modelismo se inició mediante el diseño y construcción de pequeñas piezas que mejoraban los modelos y los actualizaban: topes, cajas, faldones, etc. acercando las reproducciones cada vez más a la realidad. El inconveniente de este tipo de tareas es el elevado tiempo que supone la fase de diseño de las piezas. Pero el desarrollo de la impresión 3D también permite compartir elementos y modelos mediante inmensos bancos de archivos descargables y muchas veces gratuitos, lo que brinda la posibilidad de obtención de elementos que podemos incorporar a nuestras maquetas. Esto no sólo afecta a los vehículos, sino también a otro tipo de construcciones como infraestructuras, edificios y complementos estáticos.
Y como para muestra vale un botón, mostramos a continuación algunas imágenes que nos dan idea del inmenso campo de posibilidades que nos brinda la impresión 3D.
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| Los modelos con superficies planas son los más fáciles de reproducir |
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| La impresión 3D es ideal cuando hay que reproducir muchas piezas iguales, como es el caso de este tren militar construido íntegramente con impresora, tanto los vagones como los vehículos |
