Últimamente
estamos viviendo una gran convulsión en cuanto a reivindicaciones ferroviarias
en tanto en cuanto se ha conocido que la Unión Europea ha excluido al corredor
Zaragoza Sagunto de la red transeuropea de transporte (Mecanismo Conectar
Europa), lo que supone un problema de financiación para las mejoras previstas
en los tramos Zaragoza-Teruel y Teruel Sagunto de nuestro ferrocarril. Esto no
ha afectado al resto del corredor Cantábrico-Mediterráneo en su tramo al norte
de Zaragoza. Quizá por ello, el anterior gobierno había proyectado miles de
millones de euros en los tramos que unen Zaragoza con la frontera francesa y
con Bilbao y Santander mientras que las modestas obras entre Valencia y
Zaragoza se quedaban con un exiguo presupuesto de unos 350 millones de euros
que sólo prevén obras de renovación de la vía existente y alguna otra mejora,
aparte de la electrificación que se llevará un 70% del presupuesto (y cuya
efectividad para su utilización en el transporte de mercancías parece muy
limitada).
La rápida
reacción de las instituciones económicas, políticas y sociales de las comunidades
valenciana y aragonesa ha provocado el inicio de los contactos al más alto
nivel tendentes a la rectificación de los criterios por parte de la UE respecto
a los corredores que se incluyen como merecedores de la financiación europea y
que permitan que las inversiones lleguen hasta nuestra línea. El objetivo final
de estas instituciones es lograr un elevado nivel de inversión que logre la
implementación de una nueva línea de altas prestaciones en todo su recorrido
que incluya la vía doble y la reducción de pendientes (cambio del trazado).
Esta
moderna alternativa supone volver al proyecto anterior de de línea de alta
velocidad para tráfico mixto, proyecto que fue rechazado debido
fundamentalmente a su desorbitado coste.
En este
estado de las cosas cabe pararse a reflexionar hasta qué punto es conveniente
(léase eficiente) realizar un corredor íntegramente con características de
altas prestaciones (similar a la alta velocidad), dado el incremento
exponencial entre el aumento de velocidad de la línea (y la consiguiente
reducción de tiempos) y su coste económico.
Relación inversa entre reducción del tiempo de viaje y coste de construcción de una línea ferroviaria |
Por ello,
un grupo de investigadores encabezado por Enrique Castillo, de la Universidad
de Cantabria, han desarrollado un modelo intermedio (una tercera vía) intentado
compatibilizar la eficiencia ferroviaria con la económica, especialmente
indicado en corredores periféricos no saturados cuyas características
demográfico-económicas no aconsejen la construcción de una línea de alta
velocidad pura.
El modelo
consiste básicamente en limitar los tramos de construcción de vía doble a las
zonas geográficamente favorables, dejando en vía única los tramos de orografía
difícil reduciendo así la construcción de estructuras (túneles y viaductos) que
aumentan enormemente el coste de construcción y logrando un importante ahorro
en estos tramos que puede suponer hasta un 40% del coste total respecto a la
vía doble. Por ello este modelo se denomina ADST (alternate double-single
track) o alternancia de vía única/doble.
Este estudio promovido por investigadores de la Universidad de Cantabria ha tenido cierto eco en los medios especializados (360.revista de alta velocidad y se puede consultar pinchando AQUÍ y AQUÍ), y de una fase inicial que pretendía aplicar el modelo a la línea Palencia-Santander, ha pasado a hacer simulaciones aplicadas a otras muchas líneas, tanto nacionales como extranjeras. A través de un modelo matemático teórico que trata de lograr un óptimo a través de programación matemática discreta y continua, el procedimiento encuentra soluciones de compromiso que optimizan una combinación de mejoras de tiempos de viaje, capacidad máxima de circulación de trenes en la línea y su coste de construcción/rehabilitación.
Este
modelo teórico es matemáticamente problema de optimización jerárquica multiobjetivo
y, dada su complejidad, para su resolución se ha trasladado a una aplicación
informática que, en función de unos condicionantes iniciales impuestos por el
investigador, nos devuelve el resultado final correspondiente al óptimo. De este
modelo se derivan fórmulas que optimizan el número y longitud de los segmentos
de vía única y doble para lograr el objetivo preestablecido.
Cuadro de alternativas con sus correspondientes ganancias de tiempo y costes de construcción asociados |
Esta
alternativa ADST tiene como principal inconveniente la compatibilización de las
circulaciones de los trenes en distintos sentidos, y sobre todo los posibles
conflictos en los tramos de vía única. Por ello está pensada para líneas sin
gran densidad de tráfico que no han llegado a la saturación y para la lograr la
máxima eficiencia ferroviaria hace recaer un gran peso en una perfecta
planificación de los horarios sincronizando las marchas de los trenes
existentes (programación de trenes) de manera que los cruces se hagan en las
estaciones sin pérdidas importantes de tiempo o bien en los tramos de vía
doble.
Por lo
tanto vemos que a partir de modelos teóricos de planificación de las
infraestructuras se puede llegar a una solución de compromiso que mejore las
líneas existentes aumentando enormemente su capacidad optimizando el coste
económico de su mejora. ¿Será esta tercera vía la opción elegida para la
modernización del ferrocarril español que acabe con la dualidad
Ave/Convencional logrando combinar las ventajas de estos modelos de ferrocarril
tan opuestos?
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