miércoles, 10 de julio de 2024

El Plan decenal de modernización de Renfe 1964-1973

    A principios de los años sesenta del siglo pasado, el gobierno español encaró un ambicioso plan de inversiones que pretendía no sólo la modernización de la red sino también una profunda mejora en la productividad de sus medios de explotación, tanto humanos como técnicos que le permitiesen salir del profundo déficit que iba acumulando año tras año y que no tenía visos de contenerse. Ya en los años anteriores se habían sucedido de este tipo de planes plurianuales que abarcaban tantos aspectos que pecaban de la imposibilidad práctica de su realización y que llegaban al final del periodo del plan incompletos por una deficiente planificación cuando no por una evidente falta de medios de financiación para asumir las importantísimas cuantías económicas necesarias para su consecución.



     En 1961, a petición del gobierno español, el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (conocido coloquialmente como Banco Mundial) envió a España una Misión especial que elaboró un informe presentado al gobierno en agosto de 1962. Este informe influyó decisivamente en los posteriores planes de inversión que debían lograr la necesaria modernización del país. Uno de los numerosos aspectos en los que se centró la Misión fue en el papel de la Renfe como principal empresa inversora de España en ese momento. Así el informe señalaba las carencias y defectos en su funcionamiento y proponía diversas actuaciones encaminadas a la mejora de la eficiencia inversora y de la productividad. Tras el análisis del informe, la Renfe desarrolló y acometió el Plan decenal de modernización 1964-1973, cuyo desarrollo supuso su reorganización interna con un importante cambio en la forma de operar de la empresa, y el establecimiento de nuevos servicios tras la adquisición de nuevo material móvil más moderno, eficiente.

  

     El objetivo final del plan era eminentemente económico con el fin de que los ingresos cubran los gastos para eliminar el creciente déficit de explotación. Respecto a los muchos aspectos pautados y los objetivos específicos marcados por la Misión, que más tarde se aplicaron en el plan, y sus implicaciones para el ferrocarril turolense señalamos los siguientes:

    -Las renovaciones integrales de vía se deben hacer con traviesa de hormigón y procesos de tratamiento mecanizados para lograr incrementos de productividad. Así la gran renovación acometida a partir de 1972 en el tramo entre Puerto Escandón y Sagunto adoptó de forma generalizada la traviesa de hormigón bibloque tipo RS y los carriles en barra larga soldada.

El Plan supuso un gran impulso a la mecanización
de los procesos de renovación de vía, como la de los años 70
 entre Puerto Escandón y Barracas.


    -Creación de grandes nodos centralizados: Se unifican las estaciones de Zaragoza en El Portillo y se crea el complejo ferroviario de Valencia – Fuente de San Luis. Esta última estación unifica los depósitos de tracción valencianos consumando el cierre y abandono de la estación de Alameda del antiguo Central de Aragón.

    -Dieselización y electrificación de la tracción: gracias al aumento del rendimiento de las nuevas locomotoras diésel y eléctricas con menores consumos energéticos y con la considerable reducción de las laboriosas tareas de mantenimiento y repostaje respecto a las locomotoras de vapor. En todo el país se van a eliminar progresivamente las locomotoras de vapor, aun habiendo realizado alguna adquisición muy reciente de este tipo de locomotoras. Las locomotoras de vapor que no se desguazan quedan reducidas a la zona centro-oeste del país, donde los trazados son más favorables para este tipo de tracción hasta su desaparición definitiva.


Esquemas de las líneas españolas antes
y después del plan de electrificación
y dieselización, relegando la tracción vapor
a un reducido número de líneas de la red.


    -Unificación de talleres coincidiendo con la dieselización de las locomotoras. Se crean grandes talleres para concentrar procesos de mantenimiento de las nuevas locomotoras. En Valencia se creará el taller de Fuente de San Luis especializado en las locomotoras General Motors de la serie 1900 al que se le asignan la totalidad de vehículos de esta serie y que convertirán en cotidianas de nuestra línea.

    -Adquisición de nuevo material automotor para el servicio de viajeros. Se extiende los servicios Ter como sucesores de los anteriores y exitosos Taf pero con mejores prestaciones. Se implanta el Ter Bilbao-Valencia con periodicidad diaria. Y se expanden los ferrobuses para servicios locales. También se construyen nuevos coches de viajeros metálicos.

Los Ter sustituyeron a los Taf y se convirtieron
en trenes emblemáticos de la línea turolense.

Previsión de servicios Tar (posteriormente Ter)
del Plan decenal


    -Mejora de los sistemas de comunicaciones y señalización. En el Central de Aragón se renuevan las líneas telefónicas con circuitos, escalonado, selectivo centralizado y descentralizado.

    -Optimización de estaciones: se produce el cierre de estaciones de las poblaciones más pequeñas. Es en estos momentos cuando se produce el abandono o degradación de muchas de las dependencias existentes hasta ese momento y que daban servicio a muchos de nuestros pueblos.

Estaciones propuestas para su cierre (Informe BM)


    -Reducción del sobredimensionamiento de plantilla de Renfe. Como consecuencia de los puntos anteriores se produce un exceso de personal que lleva a una progresiva e intensa reducción del número de trabajadores y a su reestructuración funcional asignación de puestos diferentes. En esta etapa comienza la gran pérdida de masa laboral en Renfe que culminará a finales de los 90’

     El Plan decenal de modernización de Renfe 1964-1973 puso en marcha cambios dentro de la empresa ferroviaria que significaron el paso adelante de lo que sería el ferrocarril moderno de finales del siglo XX. Si bien algunas de estas medidas ya se estaban introduciendo en los años anteriores, el Plan supuso un gran salto hacia la modernidad en cuanto a la gestión interna, operaciones, reestructuración del personal y estaciones, servicios ferroviarios y material móvil. Se aplicó en las distintas líneas de la red con diferencias temporales de las que nuestra línea ferroviaria no fue de las prioritarias, aunque su influjo sí dejó huellas importantes como las renovaciones parciales de vía de los años setenta y las mejoras introducidas con el nuevo material diésel concretado en los trenes Ter y ferrobús y las nuevas locomotoras 1900 que se convertirían en el símbolo de una época no solo durante la vigencia del plan sino también en los años posteriores.  

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