Todavía estamos compungidos por las devastadoras consecuencias de la última Dana que se ha cebado fundamentalmente en la zona sur de Valencia capital a partir del 30 de octubre. Las imágenes de los destrozos de las inundaciones y de la fuerza del agua en su avance torrencial por muchas de las localidades afectadas nos han impactado. La fuerza del agua ha generado víctimas humanas y un incontable número de daños en las zonas urbanas, residenciales y polígonos industriales. Como es lógico los daños también se han cebado con las infraestructuras de transporte, destruyendo o inutilizando carreteras, autovías y líneas ferroviarias, tanto de alta velocidad, como convencionales y de metro. Se trabaja desde el primer momento en la reparación de los daños para recuperar cierta normalidad en los transportes de manera que la circulación de personas y mercancías se restablezca cuanto antes. Aun así la magnitud de los daños hace que se prevea que estas reparaciones, aun siendo de urgencia, se demoren durante varias semanas.
Teco Valencia FSL-Azuqueca a su paso por Cariñena (Foto Cifccc) |
Por lo que respecta al ferrocarril, las comunicaciones ferroviarias de Valencia con el sur, en su unión con Madrid, Alicante y Andalucía han quedado totalmente cortadas. Las afecciones a las comunicaciones con el norte han sido menores y puntuales. En el caso de la conexión con Barcelona por el corredor mediterráneo se debieron a la caída de un camión interceptando la vía a la altura de Burriana, lo que se pudo subsanar en cuestión de horas. En cuanto a la línea que conecta Valencia y Zaragoza por Teruel, sufrió dos cortes puntuales por acumulación de lodos entre Teruel y Puerto Escandón y por la ya recurrente inundación de la estación de Villarreal de Huerva tras las intensas lluvias del día 31.Una vez solucionados estos problemas puntuales se pudo restablecer con cierta celeridad el servicio ferroviario de Valencia tanto con Barcelona como con Zaragoza.
El caso es que el intenso tráfico ferroviario de mercancías de Valencia al que se daba salida hacia el sur ha quedado interrumpido sin fecha prevista para su reanudación. Ante esta situación Adif, en coordinación con los distintos operadores ferroviarios ha dispuesto marchas para que parte de los trenes que cubren la relación Valencia-Madrid circulen vía Teruel y Zaragoza. De esta manera la línea turolense se ha convertido en una línea para el desahogo de las mercancías que desde la capital valenciana circulen hacia el centro y norte peninsular, haciendo su función dentro de una verdadera estructura mallada ferroviaria que ofrece alternativas de transporte ante el corte de otras líneas.
Así, en este momento están circulando trenes cuyos itinerarios nunca se habían visto circular por nuestra línea como Valencia-Azuqueca de Henares, Valencia-Coslada, Vicálvaro-Valencia, y otros.
En las circunstancias actuales se ha podido demostrar la eficacia de nuestra línea dentro del conjunto del mallado ferroviario, aunque hemos tenido que aprender esta lección a partir de una enorme desgracia. Esperemos que nuestros dirigentes valoren la necesidad de disponer de una verdadera red ferroviaria que ofrezca alternativas en caso de incidencias en algunas de sus conexiones. Una vez más comprobamos la eficacia de nuestra línea no solo para tráficos geográficamente naturales sino también para servir de alternativa de servicio inmediato para otros corredores mientras se normalizan las incidencias que siempre es posible que se produzcan como hemos visto en esta ocasión.
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