martes, 21 de octubre de 2014

¿Quién miente a quién?


     Desde mediados del año pasado el servicio de trenes entre Zaragoza y Valencia ha venido sufriendo un deterioro en la calidad prestada que ha redundado en un considerable incremento en los tiempos de viaje. Desde la implantación de los actuales horarios en julio del año pasado, el retraso medio de los trenes que hacen el servicio ha llegado a ser según trayectos de hasta 20 minutos(!). El aumento del tiempo de recorrido de los trenes se debe fundamentalmente a la inestabilidad de varios terraplenes que obliga a establecer múltiples limitaciones de velocidad de 30 kilómetros por hora.  Este aumento del tiempo de viaje se ha visto acompañado por una sucesión de incrementos en el precio de los billetes que ha originado el lógico descenso de la demanda y, por lo tanto, de la ocupación de los trenes. En este estado de cosas, la percepción del ferrocarril como medio de transporte eficaz para los desplazamientos en la provincia de Teruel ha caído en picado entre la ciudadanía que vuelve a buscar medios alternativos de movilidad.


     Con motivo de la reciente firma del convenio entre Renfe y DGA para el mantenimiento del servicio de trenes entre Valencia y Zaragoza, se ha procedido a la modificación de horarios de los trenes de Media Distancia que cubren  este itinerario desde el 19 de octubre. Tanto representantes políticos como de Renfe se han apresurado a anunciar que el incremento de los tiempos de viaje se debe a las obras que van a comenzar en dos puntos singulares para corregir las deficiencias de la plataforma de vía comentadas más arriba, en concreto en los accesos a los puentes de la  Rambla Valadín y de la Rambla de Valdelobos entre Teruel y Caparrates.

     Sin embargo, si observamos con detenimiento los tramos en los que se aumenta el tiempo de marcha a los trenes, constatamos que estos incrementos de tiempo se producen entre Teruel y Zaragoza, en vez de entre Teruel y Valencia, que es donde se realizan las obras (entre Teruel y Caparrates, donde se proyectan las obras, la mayoría de los trenes, incluidos los mercancías ¡mejoran los tiempos de recorrido!). 


      Por lo tanto, la solución planteada ante las deficiencias de la infraestructura que aumentan los tiempos de viaje se ha limitado a la inclusión de estos mayores tiempos en los horarios de los trenes. De esta manera los trenes dejarán de circular con retraso, eso sí, aumentando considerablemente el tiempo final del viaje que es lo que mueve al cliente a decantarse por tomar el tren en vez de otro medio de transporte alternativo. El resultado de esta modificación de horarios nos lleva conseguir unos  tiempos de viaje totales similares a los del año 2007 ¡antes de la conversión de la línea de Teruel a Zaragoza en línea de alta velocidad!


     Siendo así, una de dos: o los representantes de Renfe engañan a los miembros de la Comisión de Seguimiento del Convenio de la DGA, o bien los políticos de esta Comisión son conscientes de esta maniobra y pretenden engañar a los ciudadanos extendiendo la cortina de humo de que los aumentos de tiempo se deben a unas obras que se llevarán a cabo en unos puntos distintos a donde en realidad se pierden esos tiempos. Dejemos que el lector informado decida: ¿quién miente a quién? 


1 comentario :

  1. Gran artículo. Mienten... como siempre los políticos que tenemos. Da igual qué color tengan, el engaño que sufrimos en Teruel es constante desde hace años. Los motivos? pues que no somos "nadie". Con tan poco número de votos, los intereses de esta provincia no importan, no tienen peso (traducido en votos....).
    A los sufridos turolenses, la palabra "resignación" la tenemos muy muy asumida, porque creo y lamentándolo mucho que es lo único que podemos hacer.
    Saludos resignados.

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