Nuevamente hemos leído en prensa que Teruel, Ciudad del Amor, se queda fuera de la promocion "I love febrero" de Renfe con motivo de que febrero es el mes en el que se celebra el día de San Valentín. Resulta sorprendente cuando desde hace veintidós años se celebra con gran éxito de público la recreación de la historia de los Amantes de Teruel.
Sin embargo, no es extraña la motivación que da Renfe para no incluir a nuestra capital dentro de esta oferta promocional. Estas promociones se aplican a trenes Ave y de Larga Distancia, y al no existir este tipo de servicios no se puede incluir a Teruel en esta promoción.
Efectivamente ya hemos expuesto anteriormente la injusticia que supone que por Teruel pasen sólo servicios de Media Distancia subvencionados y en los que no se pueden modificar los precios, lo que genera situaciones en las que los trenes Regionales son más caros que los Aves aunque presten un servicio de peor calidad.
Seguimos insistiendo en que Teruel necesita por lo menos un servicio de Larga Distancia, que muy bien podría conectar el País Vasco con Levante como antaño lo hacía el TER o el expreso Sol de Levante.
El tren más adecuado para realizar este tipo de servicios sería el modelo 730 de Talgo, que es un tren híbrido disponible en el parque de Renfe. Este tipo de trenes puede funcionar en modo eléctrico bajo catenaria y en modo diésel en líneas sin electrificar. Presenta las ventajas de que tiene una velocidad máxima en diésel de 200 km/h en modo eléctrico y 180 km/h, por lo que los tiempos de marcha mejorarían los de los actuales automotores 599 cuya velocidad máxima es de 160 km/h. Adicionalmente la pendulación de los trenes Talgo permite un incremento de velocidades de un 10-15% en tramos sinuosos como los que tenemos en nuestra línea. Además, la posibilidad de funcionamiento eléctrico bajo catenaria permitiría un gran recorrido como sería de Bilbao o Irún a Cartagena, en que hay que cambiar a la modalidad diésel en varias ocasiones sin que la capacidad de los depósitos de combustible se convierta en una limitación a la autonomía del tren en un recorrido tan largo.
Un tren de este tipo se aprovecharía no sólo de la demanda de viajeros entre los extremos, sino también de la importante demanda en los corredores parciales que va recorriendo, es decir, Bilbao-Zaragoza, Irún-Pamplona-Zaragoza, Zaragoza-Valencia y Valencia-Alicante-Murcia-Cartagena. Además, al pertenecer a Larga Distancia sería factible realizar todo tipo de promociones y flexibilizar los precios en función del horario o temporada de circulación.
Por ello entendemos que es imprescindible que se inste a Renfe (a través, por ejemplo, del contrato entre Renfe y DGA que se debe renegociar) a la implantación de un servicio de este tipo con el que se mejore en calidad y confort, se mejoren los tiempos de recorrido, se asegure la conectividad hacia el norte de Zaragoza y sur de Valencia y se flexibilicen los precios.
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