En Ataf
contamos desde hace algún tiempo con una locomotora que responde a un modelo GE B30 decorada en la librea CSX de colores azul,
gris y amarillo de la marca Bachmann.
A lo largo
de su vida en nuestra Asociación esta locomotora ha dado numerosos problemas
por sus continuos descarrilos, tanto al paso por curvas de radio reducido como
al tomar los desvíos a vía desviada, en puntos donde el resto de nuestro
material circula sin ningún problema. Tanto es así que hemos tenido que apartar
este vehículo en el depósito y dejarlo haciendo funciones meramente
decorativas. Como este destino es un final muy triste para un modelo robusto y
de una calidad aceptable, hemos tenido que indagar en profundidad sobre el
problema que sufre nuestra locomotora. Tras las correspondientes
investigaciones sobre el motivo de estos desesperantes descarrilos hemos
llegado a la conclusión de que el problema no se halla en la locomotora sino en
la propia geometría de la vía y el problema surge del reducido tamaño del las
pestañas de las ruedas que monta este modelo de fabricación norteamericana.
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Los ejes donde vamos a actuar tienen ruedas con pestañas mínimas |
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Vista del juego de engranajes en el interior |
Una de las
grandes diferencias entre las normas de modelismo norteamericanas y las
europeas se refiere al realismo en las dimensiones de las pestañas de las
ruedas del material móvil. Si comparamos un vehículo europeo con uno
norteamericano podemos observar que el americano presenta unas pestañas en las
ruedas de unas dimensiones muy inferiores a las europeas, pero que son más
realistas. En Europa se prescinde de estas reducidas dimensiones en aras a la
mejor circulación del material por nuestras vías, en maquetas que, en general,
suelen ser más pequeñas y con radios de curva menores. En cambio, en
Norteamérica, las mayores dimensiones de
las maquetas permiten mayores radios de curva y se consigue un mejor rodaje de
los vehículos a pesar de tener ruedas con pestañas reducidas realistas. Por
ello cualquier modelista norteamericano nunca achacará al reducido tamaño de
las pestañas de la rueda como origen de un descarrilo, sino que culpará de ello
a un defecto en la construcción o en la nivelación de la vía.
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Piñón y eje que sustituirá al original.
Obsérvese la diferencia de tamaño de las pestañas de las ruedas. |
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Uno de los ejes con el nuevo piñón ya incorporado al bogie |
Lógicamente,
cuando tenemos toda la vía pegada a la base de nuestra maqueta, cualquier
modificación de la infraestructura suele ser muy engorrosa y nos genera
múltiples complicaciones de todo tipo.
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Eje desmontado para introducir el piñón en su punto medio |
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Ejes nuevos a la izquierda y originales a la derecha |
Para
solucionar este problema hemos decidido cambiar las ruedas de origen por otras
con pestañas más grandes según la normativa europea. Todos los ejes son
tractores, es decir, disponen de piñones que engranan con el motor. Como el
diámetro de los ejes originales no es el mismo hemos tenido que desecharlos.
Por ello, hemos tomado un juego de cuatro ejes y le hemos acoplado una rueda
dentada a cada uno de ellos. El procedimiento es muy sencillo. Tal y como ya
hemos comentado en alguna ocasión anterior (cuando solucionábamos los problemas
de “piñonitis” de algunos modelos de la marca Electrotrén), soltamos una de las
ruedas del eje e introducimos el engranaje con un número de piñones igual al
que hemos quitado. Volvemos a montar y con esta operación ya estamos en
condiciones de probar la locomotora. Ahora comprobamos que ya no descarrila en
los puntos críticos de nuestra maqueta en los que antes lo hacía, con lo que
hemos ganado en seguridad para nuestras circulaciones y volvemos a tener en
activo esta notable locomotora dispuesta para hacer servicio en nuestra
maqueta.
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Montaje final de los ejes en su posición definitiva. |
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Nuestra locomotora ya rueda correctamente por nuestras maquetas |
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