Construcción de un huerto solar para nuestra maqueta H0

     Una vez establecida la disposición de vías en nuestras maquetas, en ocasiones nos encontramos con la existencia de huecos o espacios vacíos que tenemos que rellenar con elementos, accesorios o decoración que ambienten adecuadamente nuestro paisaje. Hoy explicamos cómo rellenar uno de estos espacios con la autoconstrucción de un huerto solar.

     En la expansión de la maqueta de ATAF que hemos llevado a cabo en lo que llevamos de año hemos decidido rellenar uno de estos huecos con la construcción de un huerto solar como los que actualmente están empezando a verse por doquier en nuestros campos. La gran ventaja de estos campos de placas solares es que podemos adaptar su forma a cualquier espacio amplio que tengamos, aunque sus lados sean irregulares. Así hemos decidido la ubicación de uno de estos huertos solares en la parte interior de una curva, cuyo terreno no lo podemos aprovechar para uso estrictamente ferroviario.

     Comenzamos buscando en internet la imagen de un panel solar que copiaremos, replicaremos y redimensionaremos para que tenga el tamaño que deseamos. A continuación imprimimos en cartulina las imágenes de los paneles y seguidamente los plastificamos. El plastificado tiene el fin de dotar de brillo a estos rectángulos de cartulina, lo que simulará el aspecto vítreo que tienen en realidad los paneles. Recortamos tantos rectángulos de cartulina plastificada como paneles pretendamos colocar en nuestro terreno.

     Para hacer los soportes utilizamos palillos de madera cortados a la medida adecuada. Los cuatro palillos los colocamos de manera que parten de un tronco común y llegan a las cuatro esquinas de nuestro panel. Cuando el pegamento está seco pintamos de negro o de un color oscuro propio de estas estructuras metálicas.

     Para la base de cada panel cortamos un trozo cuadrado de contrachapado de un centímetro de lado.

     Preparamos nuestro terreno haciendo un vallado perimetral mediante malla mosquitera y alfileres. En una de las esquinas dejamos una abertura para las puertas del recinto que realizamos con unos pequeños rectángulos de cartón corrugado. En el espacio disponible marcamos la distribución de los paneles según la separación que queremos que haya entre los elementos.

     Pegamos las bases de cada estructura del panel solar en los puntos marcados en nuestro terreno alineadas tal y como solemos ver en la realidad. Seguidamente hacemos un flockado de nuestro terreno pero respetando los zócalos colocados. Para ello con un pincel esparcimos mezcla de cola blanca y agua al cincuenta por ciento por la superficie y esparcimos arena fina con la ayuda de un colador.

     Habitualmente observamos que los paneles solares presentan cierta inclinación y rotan siguiendo al sol a lo largo del día, pero todos ellos presentan la misma orientación. Tratando de imitar esta situación pegamos los paneles con su estructura inferior a las bases del suelo. Para mantener la orientación y la inclinación los apoyamos provisionalmente en un taco de madera de una altura apropiada. Cuando el panel está en su posición definitiva y correctamente alineado lo pegamos a la base utilizando pegamento de cianoacrilato, para que la unión sea rápida. Esta unión la fortaleceremos vertiendo bicarbonato sódico en el punto de contacto. Este sistema nos permite repetir este proceso de pegado dieciséis veces en apenas veinte minutos.

     Añadimos a nuestra instalación una casilla técnica que hemos confeccionado con cartulina a la que hemos pegado una impresión de textura de ladrillo.

     Para completar el conjunto, hemos realizado unos elementos auxiliares para la evacuación de la energía eléctrica que consisten en un transformador confeccionado con elementos electrónicos reciclados, unos postes que forman un pórtico de salida a los que hemos acoplado unas planchas de plástico que soportan unos aisladores realizados con alambre enrollado y finalmente una caseta de transformación también realizada con cartulina. Los cables eléctricos los simulamos con hilo de coser de color gris.

     Y así es como hemos rellenado un espacio aparentemente no aprovechable con una pequeña instalación eléctrica que aporta gran vistosidad al conjunto de nuestro pequeño ferrocarril en miniatura.