lunes, 22 de agosto de 2022

Praga, el paraíso de los tranvías



Praga es la actual capital de la República Checa. Se trata de una preciosa ciudad histórica con un rico pasado imperial que ha dejado numerosos vestigios en forma de palacios, iglesias y edificios señoriales de abolengo. Pero en este artículo no vamos a hablar del famosísimo Puente de Carlos, su plaza del Ayuntamiento o sus impresionantes Castillo y Catedral de San Vito, aunque éstas sean visitas obligadas para cualquier visitante. Hoy nos llama la atención de esta ciudad su red de tranvías que compagina el halo de nostalgia histórica, la perfecta funcionalidad de la red y su adaptación a la modernidad.

En numerosos puntos los tranvías pasan
muy próximos a emblemáticos monumentos
sin estridencias visuales conformando
una típica estampa praguense


El centro de Praga está recorrido por una densa red viaria de tranvía que permite ir hasta casi cualquier sitio mediante este tipo de transporte público. Eficaz y económico, prácticamente todos los habitantes poseen abonos que permiten reducir enormemente la circulación de vehículos privados en todo el centro de la ciudad. Complementa la red de transporte público otra de metro que cuenta con tres líneas y  otra de autobuses urbanos y periféricos que llega donde no llegan los tranvías.

Mapa de la red de tranvía y metro que conforman
un completo sistema mallado de transporte público 

La red tranviaria de Praga es la tercera más grande del mundo, después de Moscú y Budapest. Consta de 142 kilómetros de vías, 931 tranvías y 21 rutas diurnas y 9 nocturnas. En Praga conviven distintos modelos de tranvías, de manera que podemos ver los modernos Skoda junto con los vetustos Tatra. Si los primeros cuentan con mayor comodidad y climatización, los segundos permiten la apertura de ventanillas, lo que nos recuerda a los viajes ferroviarios de antaño.

Es posible ver los vehículos más antiguos como
los vetustos Tatra conviviendo junto con los modernos Skoda

Las distintas líneas comparten tramos de vía común, por lo que es posible verlos circular en sucesión, tal y como solemos ver los autobuses de las grandes capitales españolas.

Los trenes de las distintas líneas circulan en sucesión
muy próximos entre sí e incluso llegan a coincidir en las paradas


Ocasionalmente podemos ver en circulación
alguno de los vehículos de mantenimiento
intercalado con el tráfico normal de las líneas

Este singular vehículo de servicio se apoda
familiarmente "cabrio" por su singular aspecto

Otro de los aspectos llamativos de los tranvías praguenses es la variedad de libreas con las que podemos encontrar las distintas unidades, puesto que muchas de ellas incorporan decoraciones publicitarias logrando gran variedad de estampados. Esta práctica se extiende también a las unidades más antiguas, de manera que podemos ver vehículos clásicos con decoraciones publicitarias modernas. A pesar de ello, un número importante tanto de las unidades más antiguas como de las más modernas siguen luciendo el aspecto tradicional de colores rojo y blanco de estos tranvías.

Algunas de las unidades más veteranas 
también lucen vistosas libreas publicitarias

Moderno tren adaptado, como es lógico,
para circular por las curvas de radios muy reducidos


Muchas de las unidades modernas presentan  llamativos
estampados publicitarios


Finalmente mencionaremos que existe una línea, la número 42, que, con salida en la famosa Plaza Wenceslao, bajo la presencia imponente del Museo Nacional, permite realizar un tour panorámico por toda la ciudad en vehículos históricos impecablemente cuidados y mantenidos.


Unidad clásica más antigua destinada
a la realización de la línea turística número 42



 

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